El debate entre Petro y Duque sobre el aumento del salario mínimo para 2025


El expresidente Iván Duque afirmó que el aumento del salario mínimo para 2022, decretado en diciembre de 2021 durante su mandato, representó el incremento real más alto de los últimos 50 años, según sus cálculos. Duque destacó que este aumento coincidió con un año de crecimiento económico récord en Colombia y cuestionó que el gobierno actual, que se autodenomina «progresista», no haya superado dicha cifra. En su publicación, Duque señaló un aumento real del 4,4 % para 2022 frente al 4,3 % proyectado para 2025.

El presidente Gustavo Petro respondió señalando que la afirmación de Duque era incorrecta y estaba basada en un malentendido del concepto económico de salario mínimo real. Petro explicó que, en economía, el salario mínimo real se compara con la inflación del mismo año de vigencia del salario, no con la del año anterior. Según los datos compartidos por Petro, el salario mínimo real en 2022 cayó un 3,05 %, desmintiendo que ese año haya sido uno de mejora en términos reales.

La discusión sobre los datos subraya diferencias en la interpretación de los indicadores económicos. Mientras que Duque presentó cifras que respaldaban su gestión, Petro las desmintió al recalcar que 2022 fue un año de deterioro en el poder adquisitivo de los colombianos, al que calificó como «el año del hambre». Por otro lado, el aumento real proyectado para 2025 bajo el gobierno de Petro es del 6,54 %, destacando un mejor desempeño en este indicador bajo su administración.

En el contexto histórico, Fedesarrollo publicó los aumentos reales del salario mínimo en los últimos 25 años, confirmando que los incrementos han sido moderados y rara vez superan el 2 % en términos reales. Las cifras reflejan una tendencia de estancamiento en el poder adquisitivo, con pocos años de incrementos significativos, como en 2022 (4,21 %) y 2025 (4,17 %). Sin embargo, también se resalta que estos aumentos pueden generar impactos negativos, como el aumento de la informalidad laboral y presiones inflacionarias.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señaló que los aumentos significativos en el salario mínimo, aunque beneficiosos para los trabajadores formales, tienen efectos colaterales. Estos incluyen el encarecimiento del empleo formal, promoviendo la informalidad, y un posible aumento en la inflación. Mejía advierte que estas dinámicas pueden dificultar la reducción de las tasas de interés por parte del Banco de la República, complicando aún más el panorama económico del país.